El perfumista andaluz David Fernández crea el primer perfume personal basado en la flor de olivo – RAPA: La esencia de lo efímero
¿Alguna vez te habías parado a pensar a qué huele la flor que crece en los olivos? ¿Sabías que existían este tipo de flores al menos? La flor de olivo que da vida al perfume RAPA es pequeña, delicada y, al mismo tiempo, desconocida para la gran mayoría. Florece en primavera y no dura en flor más de un mes. De ahí lo efímero de RAPA que lo hace tan especial.
RAPA proviene de una flor suave con notas lácteas y algunos toques cítricos que nace bajo la espléndida luz del sol jienense en combinación con una arena terrosa y húmeda que le ayudan a forjar su peculiar personalidad. “Cuando me siento bajo el árbol del olivo percibo una brisa de aire que se entremezcla con el aroma de la flor del olivo creando una sensación de equilibrio olfativo suave, fresco, verde y cítrico que me llenan el alma para crear RAPA”, confiesa David Fernández cuando le preguntan por el proceso creativo que le llevó al diseño de este perfume tan insólito.
RAPA es una fragancia que evoluciona desde un fondo dulce, gracias a su base de miel y vainilla balsámica, hasta un corazón floral que le aporta el lirio, la flor de olivo y la violeta
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